Novena de Abandono a 

La Voluntad De Dios Tarjeta de oración

Espanol

Dada por Jesús al Padre Dolindo Ruotolo 

Tamaño 3 pulgadas por 6 pulgadas; impreso en cartulina de 100 libras.

Tríptico tamaño completo 9 pulgadas por 6 pulgadas

Novena más popular

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El Padre Dolindo Ruotolo era un sacerdote Napolitano (1882-1970), estigmatizado, obrador de milagros y “por- tavoz del Espíritu Santo”. El Padre Ruotolo tuvo comunicaciones extraordinarias con Jesús a lo largo de su vida heroica, una vida totalmente dedicada a Dios y a nuestra Santísima Madre María. Se refería a sí mismo como “el viejito pequeño de la Virgen” y el Rosario fue su compañero constante. Ocúpate Tú de todo, deberían de ser las primeras palabras que vengan a nuestro pensamiento y fl uyan de nuestros labios. Después de todo, hemos tratado de hacer las cosas a nuestra manera y mira donde nos tiene. Sólo hagan lo que la oración dice, abramos con amor nues- tros corazones y mentes y cerremos nuestros ojos con con- fi anza y pidámosle a Jesús que se ocupe de todo. Él lo hará. El 19 de Noviembre de 1970 Don (Padre) Dolindo Ruotolo murió a la edad de 88 años. El Padre Pio una vez dijo de este sacerdote de Nápoles, Italia, ‘Todo el paraíso está en tu alma’. Su nombre “Dolindo” signifi ca “Dolor” y su vida estuvo llena de este dolor. Como niño, adolescente, sem- inarista, y sacerdote, sufrió (experimento) humillación, lo cual fue la realización de las palabras proféticas de un obispo que dijo; “Tu seras un mártir, pero en tu corazón, no con tu sangre”. En su profunda humildad, fue capaz de escuchar las pa- labras de Dios. Aun con su vida oculta, él fue uno de los más grandes profetas del último siglo. En 1965 él le escrib- ió al Obispo Hnilica que un nuevo Juan surgirá de Polonia, con pasos heroicos para romper las cadenas más allá de los límites impuestos por la tiranía comunista. En esta tar- jeta postal, escribió palabras de consolación para Polonia y todos los países sufriendo bajo el régimen comunista. Esta profecía se cumplió durante el pontifi cado de Juan Pablo II.